Fran, increíble combinación genética de idealismo Mariani con inquietud Neiman. Empeñado hasta la obstinación en tener una vida feliz, trabajando, ayudando a los demás y rodeado de su familia y amigos. Generador incansable de ideas y proyectos. Archienemigo de la falsedad, las únicas cosas que le quitan la sonrisa son la traición y la ambición materialista. Amigo de confidencias mutuas. Ayuda en los momentos precisos, siempre dispuesto a inventar algo. Camarada.
Lo conocí a partir de Carlos, su padre. Compartimos una temporada en ESPN y pronto pasó a integrar las cenas de “Les chevaliers de la table ronde”. Luego, siguiendo su instinto migratorio, partió hacia sus propias aventuras: “One Over” “Fly cast America” etc. Conociendo su gusto por los salmónidos en general y por la pesca en particular, no es de extrañar que admire las vidas de aquellos que nadan contra la corriente y que son su fuente de inspiración permanente. Fran: Tremendo amigazo. Amante de la naturaleza e incansable en la aventura de disfrutar la vida.
Pez de mar y de río.
Pasamos en un taxi sin escalas de el Hotel Alvear al barrio chino: de uno de los lugares más elegantes de la ciudad al bullicioso mercado lleno de colores y olores. En la pescadería donde abundaban ejemplares de nombres impronunciables, eligió un lenguado pequeño que fue fileteado con maestría por el pescadero. Unas limas, camarones crudos, mango, ciboulette y poco más.
En casa me enseñó a hacer un cebiche (ceviche, cebiche, seviche o sebiche), lo preparaba mientras hervía los camarones para el primer plato y me ponía a trabajar (exprimir limas, pelar camarones etc.).
El menú: Un “dip” de papas fritas y galletas con queso blanco y ciboulette. Entrada de langostinos y Cebiche de lenguado y mango. Quilmes del almacén de Osvaldo y Marcus Merlot. Todo aromatizado con U2.
Fieles cultores de la “naturaleza dispersa” hablamos de todo: Los Mariani, su proyecto de vida, su trabajo, sobre los cambios de los últimos tiempos en nuestras vidas y los siguientes que nos esperan. Sobre todo de la palabra DECISION.
Sobre el final llegó Juli, su mujer, a la que él le enseñó la casa, se llevaron el cuadro del pescador que terminé en Córdoba para llevarlo otra vez a 100 metros de donde lo empecé en Recoleta.
Es curioso, porque muchas de las cosas que dices aquí las pienso yo de ti. Apuesto a que a ambos les gustaría pescar ese "gran pez", no es cierto? Deben parecerse entonces.
ResponderEliminarEsta idea es genial, la invitación, la cena, las fotos, el relato, y sobre todo el encuentro con los amigos en tu nueva casita. También dice mucho de tu alegría de estar allí... me emociona
PD.: No sabía que pelabas camarones tan bien...
Fran es un ejemplo viviente y perseverante de lo que hablamos mil veces: Decidir estar bien. Apuesto a que no conoce a Punset, no le hace falta.
ResponderEliminarMe hace falta Fran
ResponderEliminar"Conociendo su gusto por los salmónidos en general y por la pesca en particular, no es de extrañar que admire las vidas de aquellos que nadan contra la corriente y que son su fuente de inspiración permanente" tan cierto!!! no tengo que buscar mas explicaciones. Aca resumi horas de terapia!
ResponderEliminarYou are a BIG FISH.
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